miércoles, 25 de marzo de 2009

Jardín Orgánico

Acabo de escuchar en la radio que los hijos de Julia Roberts comen verduras de su jardín orgánico. Por otro lado, los nuevos inquilinos de La Casa Blanca también tienen planeado crear en la misma -espacio no les va a faltar- otro jardín orgánico. Qué bonito y qué modernos son todos.

A ver si llamo a mi padre y le digo que no tiene ni puta idea. Que donde acaba de plantar las patatas no es un huerto de los de toda la vida. Que el lo que tiene, donde se entretiene y nutre su despensa es un jardín orgánico.

Igual se piensa que soy un poco gilipollas, pero seguro que saben mucho más todos esos ecologistas del último minuto y los que escuchan una tontería y la repiten porque no van a ser menos que mi padre. Segurísimo.

domingo, 22 de marzo de 2009

Reseña: Crónicas de la Dragonlance

Después del mal sabor de boca que me dejó Brisingr necesitaba leer algo que me gustase. Esto unido al "mono" que tengo de jugar a rol, me llevó a volver a leer las Crónicas de la Dragonlance, de Margaret Weis y Tracy Hickman.

Las Crónicas de la Dragonlance son una trilogía compuesta por "El retorno de los Dragones", "La tumba de Huma" y "La Reina de la Oscuridad". En la edición de coleccionista que tengo, que sacaron con motivo del 10 aniversario de la primera edición o algo así, viene con comentarios de los escritores y creadores del mundo de juego.

Dragonlance es un mundo del juego de rol D&D. El primero de los libros es literalmente una aventura novelada, incluido el típico inicio en una taberna, los típicos estereotipos de personajes -enano guerrero, humano debilucho mago, bárbaro, ladrón, clérigo, etc-. La verdad es que no se llevarán ningún Nóbel por este trabajo, pero es increíblemente entretenido y a mi, que soy un friqui, me encanta. Tanto es así que después de terminar las más de 1.400 páginas ya tengo ganas de seguir -en realidad releer- la siguiente trilogía: Leyendas de la Dragonlance -con Raistlin en su salsa-.

Más información en la wikipedia.

[Actualización 23/03/2009: Casualmente, los chicos de Aventuras en la Marca del Este acaban de publicar esta reseña de la caja básica de la 2º Edición. Que buenos recuerdos.]

miércoles, 18 de marzo de 2009

Cuando sea grande quiero ser como mi mami

Es nuestra obligación ayudar a nuestros hijos con los deberes que tienen que hacer en clase... y revisarlos antes de que sea demasiado tarde. Lo que sigue está sacado de una web seria, de esas que ponen problemas y entretenimientos para los más pequeños, lo cuál me lleva a pensar que no es el típico chiste hecho por alguien, sino que es real como la vida misma.

Este es el dibujo que corresponde con el título de esta entrada:


Y esta la carta que la apurada madre mandó a la profesora de la niña:


La web en cuestión se llama Actiludis, según dice su subtítulo contiene "Actividades Lúdicas Educativas", y es muy recomendable para sacar ideas con las que jugar y trabajar con nuestros hijos.

Por cierto, yo llegué a dicha web desde Padres y Madres S. J. de Valderas (Alcorcón).

lunes, 16 de marzo de 2009

En todas partes cuecen habas

¿Quién dijo que en Linux no hay virus, troyanos y otras hierbas? Resulta que si, y además de una forma de lo más tonta. La cuestión está levantando bastante revuelo entre la comunidad linuxera, ya que entre otras cosas esto ya pasó hace años en Mac y en Windows, y -según dicen- no han aprendido nada.

Por suerte en Linux se hace una gestión de privilegios razonable, donde nadie en su sano juicio utiliza una cuenta con privilegios de root, con lo que el impacto es bastante reducido. Todo lo contrario que en Windows -hasta Windows XP, ya que Vista y Windows 7 es otra historia-, donde todo cristo utiliza una cuenta con privilegios de administrador con lo que eso implica.

OCU: Reclamar es fácil

Hace unos días publicaban en Barrapunto el ranking de las reclamaciones a las operadoras según la Oficina de Atención a Usuarios de Telecomunicaciones, y confieso que me resultó difícil de creer que Telefónica sea el menos malo de todos en cuanto a reclamaciones de acceso a Internet.

Quizás lo que pasa no es que determinada operadora sea más o menos buena, sino que la mayoría de los usuarios pasamos mucho de reclamar: Total no sabemos ni por dónde empezar y además no está muy claro que tanto esfuerzo sirva para algo.

Para solucionar el primero de los problemas la OCU ha publicado la siguiente información, para que nos sea un poquito más sencillo luchar por nuestros derechos como consumidores.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Nacidos en los 70-80

Seguro que este texto, que a mi me ha llegado por correo e ignoro quién lo escribió, hará que muchos se sientan identificados. A mi me pasa con algunas cosas, aunque no con todas. Disfrutarlo.

El objeto de esta misiva es la de reivindicar una generación. La de todos aquellos que nacimos entre los 70 y 80 (un par de años arriba, años abajo), la de los que estamos currando de algo que nuestros padres ni podían soñar, la de los que vemos que el piso que compraron nuestros padres ahora vale 20 o 30 veces más, la de los que estaremos pagando nuestra vivienda hasta los ¡60 años!

Nosotros no estuvimos en la Guerra Civil, ni en mayo del 68, ni corrimos delante de los grises, no votamos la Constitución y nuestra memoria histórica comienza con las olimpiadas del '92. Por no vivir activamente la Transición se nos dice que no tenemos ideales y eso que sabemos de política más que nuestros padres y de lo que nunca sabrán nuestros hermanos pequeños y descendientes.

Somos la última generación que hemos aprendido a jugar en la calle a las chapas, la peonza, las canicas, la comba, la goma, el rescate o el bote bote y, a la vez, somos la primera que hemos jugado a videojuegos, hemos ido a parques de atracciones o visto dibujos animados en color. Los Reyes Magos no siempre nos traían lo que pedíamos, pero oíamos (y seguimos oyendo) que lo hemos tenido todo, a pesar de que los que vinieron después de nosotros sí lo tienen realmente y nadie se lo dice.

Se nos ha etiquetado de generación X y tuvimos que tragarnos 'bodrios' como: Reality Bites, Melrose place o Sensación de vivir, que te gustaron en su momento, pero... vuélvelas a ver, verás que chasco. Lloramos con la muerte de Chanquete, con la puta madre de Marco que no aparecía, con las putadas de la Señorita Rottenmayer. Somos una generación que hemos visto a Maradona hacer campaña contra la droga, que durante un tiempo tuvimos al baloncesto como el primero de los deportes (Gracias Chicho!).

Hemos vestido vaqueros de campana, de pitillo, de pata de elefante y con la costura torcida; nos pusimos bombers sin miedo a parecer skin heads. Nuestro primer chándal era azul marino con franjas blancas en la manga y nuestras primeras zapatillas de marca las tuvimos pasados los 10 años (Esas J'hayber!).

Entramos al colegio cuando el 1 de noviembre era el día de Todos los Santos y no Halloween, cuando todavía se podía repetir curso. Fuimos los últimos en hacer BUP y COU, y los pioneros de la E.S.O. Hemos sido las cobayas en el programa educativo, somos los primeros en incorporarnos a trabajar a través de una ETT y a los que menos les cuesta tirarnos del trabajo...

Siempre nos recuerdan acontecimientos de antes que naciéramos, como si no hubiéramos vivido nada histórico. Nosotros hemos aprendido lo que era el terrorismo contando chistes de Irene Villa, vimos caer el muro de Berlín y a Boris Yelsin borracho tocarle el culo a una secretaria; los de nuestra generación fueron a la guerra (Bosnia, etc.) cosa que nuestros padres no hicieron; gritamos ¡OTAN no! ¡Bases fuera!, sin saber muy bien qué significaba y nos enteramos de golpe un 11 de septiembre.

Aprendimos a programar el video antes que nadie, jugamos con el Spectrum, odiamos a Bill Gates, vimos los primeros móviles y creímos que Internet sería un mundo libre.

Somos la generación de Espinete, Don Pimpón y Chema 'el panadero farlopero'.Los que recordamos a Enrique del Pozo cantando con ganas abuelito dime tu... Los mundos de Yupi y las pesetas rubias con la jeta de Franco en algunas de ellas. Nos emocionamos con Superman, ET, los Goonies o En busca del Arca Perdida. Los del bocata de chorizo y mortadela y también Phosquitos, los Tigretones eran lo mejor, aunque aquello que empezaba (algo llamado Bollycao) no estaba del todo mal. Somos la generación del coche fantástico, Oliver y Benjí... La generación que se cansó de ver las mamá chicho.

La generación a la que le entra la risa floja cada vez que tratan de vendernos que España es favorita para un mundial. La última generación que veía a su padre poner la baca del coche hasta el culo de maletas para ir de vacaciones. La última generación de las litronas y los porros, y qué coño, la última generación cuerda que ha habido.

La verdad es que no sé cómo hemos podido sobrevivir a nuestra infancia!!!! Mirando atrás es difícil creer que estemos vivos en la España de antes: Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad traseros, sin sillitas especiales y sin air-bags, hacíamos viajes de más de 3h sin descanso con cinco personas apretujadas en el coche y no sufríamos el síndrome de la clase turista. No tuvimos puertas con protecciones, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños. Andábamos en bicicleta sin casco, ni protectores para rodillas ni codos. Los columpios eran de metal y con esquinas en pico. Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y solo volvíamos cuando se encendían las luces. No había móviles.

Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para castigar a los culpables. Nos abríamos la cabeza jugando a guerras de piedras y no pasaba nada, eran cosas de niños y se curaban con mercromina (roja) y unos puntos y al día siguiente todos contentos. Íbamos a clase cargados de libros y cuadernos, todo metido en una mochila que, rara vez, tenía refuerzo para los hombros y, mucho menos, ¡¡¡ruedas!!! Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Si acaso alguno era gordo y punto. Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando.

Compartimos botellas de refrescos y nadie se contagio de nada. Sólo nos contagiábamos los piojos en el cole. Cosa que nuestras madres arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente (o los más afortunados con Orión). Y ligábamos con los niñ@s jugando a beso, verdad y atrevimiento o al conejo de la suerte, no en un Chat.

Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las consecuencias. Sabias que se rifaba una ostia si vacilabas a un mayor. No había nadie para resolver eso. La idea de un padre protegiéndonos, si trasgredíamos alguna ley, era inadmisible, si acaso nos soltaba un guantazo o un zapatillazo y te callabas. Tuvimos libertad, fracaso, respeto, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello.

¿¿Eres tú uno de ellos?? ¡Enhorabuena! Pasa esto a otros que tuvieron la suerte de crecer como niños, antes de que todos estos niñatos que hay ahora que se creen algo y no tienen respeto ni educación a nadie destrocen el mundo en el que vivimos. ¡¡GRACIAS!!! ¡Un saludo a todos! ¡Cuidaros y que os vaya bien!!