En los correos que se iban cruzando empezó a aflorar esta eventualidad, incidiendo en el ánimo de no pocos. Pues yo no tengo botas de nieve. Pues yo tampoco. No vamos a poder salir de la casa. Yo he oído que hay unos sprays o nosequé. Charly y Paco si tienen, así que tendrán que hacer de líderes de la expedición.
Total, que en estas uno de los participantes mandó este correo y que pongo aquí con su permiso:
Muy buenas a todos,
Después de leer los correos de hoy os informo.
Una vez llegados a la base de los anapurdas encararemos el K2 por su cara oriental durante al menos tres kilómetros. Si la nieve se ha helado bien, para ahorrar un par de horas, escalaremos una pared de hielo. Charly ira aquí delante para evitar que yo os arrastre si caigo. Si la temperatura no acompaña y hay riesgo de alud (-5º o más) continuaremos por el camino más largo. Carlos y yo nos iremos turnando en la cabecera mientras Jorge baila a nuestro alrededor y nos rocía con el spray mágico que le regalo el mago de Oz durante una cacería salvaje a la que les invito Archibaldo III, de los colmillos plateados.
No obstante si hubiese ventisca, dado que yo soy más fácil de ver, iré tanto el primero como el último para que nadie se pierda en la nieve.
El momento crítico es justo antes de llegar al campamento base, ya que atravesamos una zona de caza de topolinos cola roja, muy activos en esta época del año porque, como bien sabéis todos, son animales que se reproducen en los veranos de años bisiestos impares, y el resto del tiempo están de muy mala hostia. Pero estamos de suerte. Charly los ha estudiado durante años y ha descubierto que aunque no son vegetarianos, si les lanzas una zanahoria salen corriendo tras ella. Esto es por que les recuerda a sus primos lejanos, pero enemigos por el microbiosistema, los aguamuces de río (no confundir con los aguamuces de río de alta montaña). Tranquilos, ayer compre doce Kilos de zanahorias y llevaremos algo más de kilo por persona.
Una vez llegados a la casa (campamento base o campamento 1) hablaremos de los peligros que nos esperan más allá. La travesía es larga, es dura, casi infernal, pero los Sherpas confiamos en vosotros.
El viernes nos vemos
Paco