sábado, 3 de noviembre de 2007

Compañías Libres (paso a paso)

En esta entrada pretendo mostrar un "paso a paso" de las cuatro minis que he terminado esta semana. La intención es cumplir con una vieja idea... y porqué no decirlo, tocarle la moral a un amigo que pinta muchísimo mejor, hace mucho mejor las fotos y es diseñador gráfico, pero no pinta mucho, hace menos fotos, y en lugar de tener su página propia va colgando las virguerías que hace desperdigadas por los foros -un abrazo Iván, majete-.

Pero antes de entrar en materia, voy a explicar la filosofía seguida para pintarlos, así, a modo de descargo. Esta filosofía es la del "metro y medio", que no quiere decir otra cosa que cada una de estas miniaturas, una vez terminadas y en pleno fragor de la batalla, se van a ver a una media de un metro y medio de distancia, mezcladas con otras 19 miniaturas igual de anónimas, y a su vez mezcladas con otras 7 unidades del ejercito propio y otras tantas del contrario.

Por lo tanto, están realizadas pensando que un altísimo nivel de detalle, pintando hasta el blanco de los ojos e infinitas subidas de color es un esfuerzo inútil que no me serviría más que para avanzar todavía menos en la terminación de todo el ejército. Por no hablar que uno tiene sus limitaciones y las conoce.


Imprimación

Lo primero, como es normal, es la capa de imprimación. Yo imprimo con negro, que es el más cómodo ya que, cuando la cosa avanza, si me dejo algo sin pintar en ese hueco inalcanzable tampoco pasa nada ya que al ser negro da la sensación de sombra y no "canta".




Hay que reconocer que es la imprimación que utilizamos los más comodones y menos exigentes, ya que el resultado final es más oscuro, y que lo suyo -dicen los que saben- es imprimar en gris o blanco, que dan un resultado mucho más luminoso. Pues eso, pero yo me quedo con el negro.


Capa base: Piel y ropas

Después de tener la miniatura imprimada, toca dar los primeros brochazos. Primero hay que decidir qué color quiero que quede, y una vez tomada la decisión, pinto toda la zona con un color más oscuro que el definitivo. También pinto de un color más oscuro la piel.




En estas fotos se puede ver cómo para la piel he utilizado un tono cercano al marrón oscuro. Las ropas también tienen una tonalidad mucho más oscura que el definitivo, excepto allí donde utilizaré tintas -los azules- o negro -¿algo más oscuro que el negro?-.


Capa definitiva: Piel y ropas

Una vez han secado -como pinto de semana en semana eso no es problema-, toca el turno de pintar la piel y la mayoría de las ropas.




En las que el color va a ser el negro, como el chaleco del caballero del lobo blanco, o las botas del tipo del espadón, las dejo tal cual. Se puede ver cómo en un despiste me dejé las piernas del ballestero, que también son de color carne, pero no hay problema, luego las haremos.

También se puede ver cómo en algunos casos pinto el color base, y después le doy unas tintas. Esto lo dejo casi exclusivamente para aquellas ropas cuyo resultado final pretendo que sea de tipo cuero, o para los huecos de la ropa normal.


Detalles: Armas y arneses

Aunque parezca mentira, las ropas y la piel están prácticamente terminadas, a falta de las luces finales. Así que ahora me voy a dedicar a las armas y a los arneses -correas de cuero y cinchas-.




Los colores que empleo se ven fácilmente y no hay lugar a la sorpresa: marrón oscuro para los mangos de las armas y los arneses, marrón medio para la ballesta y metal para las armas.

Además, aprovechando que tengo los pinceles manchados de marrón oscuro le voy dando la primera mano a las piedras de la base.


Pelos y peana

Este paso, penúltimo en la secuencia, es de los más llamativos, ya que al pintar la peana se da mucha luminosidad al conjunto -parece que he hecho mas-.




Además, también pinto los colores base del pelo y la barba de las miniaturas a las que se les ve, que curiosamente de estas cuatro solo se le ve bien a una. Y no, no va a quedar rubio platino. Va a quedar pelirrojo. Palabrita.

Las piedras del suelo están pintadas sin demasiadas complicaciones, como todo lo demás. Sobre la capa de marrón quemado previa doy un pincel seco de marrón, y cuando seca otro pincel seco de marrón claro. Aquí también he corregido el despiste de las pantorrillas del ballestero.


Luces finales

Ya están pintados todos los colores básicos, así que sólo me queda terminar el pelo y dar las últimas luces. Esto es pintar una líneas de un color más claro, simulando que en la zona le está dando una luz y se ve el reflejo.




El tono del pelo lo saqué dando con rojo muy aguado, y como quedaba un naranja a lo Alaska, le apliqué otro lavado con marrón. Nada de tintas, ya que el acabado brillante que tienen no me gusta.

Realmente las diferencias no son abrumadoras, pero si se dejan notar y dan una sensación de pintado terminado; y así es porque ya no los tocaré mas... hasta que les ponga el cesped en la peana.


Agradecimientos

A Alicia, mi mujer, que me echó una mano en la elección del esquema de colores. Luego ya me encargué yo de cagarla y equivocarme -originalmente no había dos camisas amarillas, eso es despiste mío-. Y es que con tanta variedad de ropajes, sinceramente, a mi no me apetecía ni empezar a pintar por no tener que andar eligiéndolos.

3 comentarios:

Ivan Delgado dijo...

Pues enhorabuena que lleva mucho curro. Me gustan mucho y ganan en directo que ya los he visto yo en primicia xDDD.

Sigue asi que solo te quedan unos cuantos xDDDDD.

JoseMa Perez dijo...

Las estimaciones más optimistas hablan de:

1 general a pie y otro a caballo
20 alabarderos
10 ballesteros
10 compañías libres
10 arqueros
16 Caballeros y sus 16 caballos
10 herreruelos y sus 10 caballos
12 flagelantes
10 grandes espaderos

Y seguro que me dejo algo. :-D

Anónimo dijo...

Pues queda genial la enumeración de los pasos, y sobre todo, que se ve muy bien con las fotografías.

Está genial ¿era fácil acordarse de dónde iba cada soldado con el tiempo que pasaba entre una fase y otra?

Yo también te quiero xD