Hace mucho tiempo que no pongo una entrada y mucho más que no me pongo con la maqueta. Una de esas dos cosas la voy a solucionar con este post.
Como decíamos ayer, una vez tenemos finalizada la infraestructura de la maqueta, el siguiente paso es crear el esqueleto sobre el que se asentará la escenografía. Esto puede ser muy sencillo si nuestro tren va a transitar por una pradera cubierta de hierba, o muy complicado si va a atravesar grandes montañas. En mi caso, nuevamente, me quedo con el término medio.
Como ya indiqué en esta entrada, la idea es crear un par de túneles por los que desaparezcan las composiciones para romper la línea visual, y así evitar la sensación de que el tren está dando vueltas a un triste óvalo -que a fin de cuentas, es lo que está haciendo-.
Para crear estos opté por la solución sencilla a la par que barata de crear la estructura con valla metálica de la que se puede encontrar en cualquier ferretería, dándole la forma deseada. Lección aprendida: Yo compré una demasiado gruesa y rígida; con haber comprado una de las mas finitas y maleables hubiese sido más que suficiente.
Una vez tenemos la forma de las colinas, el siguiente paso es cubrirlas. Por internet hay multitud de consejos sobre cómo hacerlo, pero la más sencilla de conseguir -desde mi punto de vista- es la de papel de cocina, cola blanca de carpintero y agua. Para el que no lo conozca, se pone el papel de cocina en la zona que queremos dar forma y con una brocha se empapa bien con una mezcla de agua y cola blanca al 50%. Si esta operación se repite con varias capas de papel bien mojado con la mezcla, al secarse queda con una rigidez estupenda con muy poco peso, que hace totalmente innecesario el utilizar la alambrada gruesa que decía en el párrafo anterior.
Poquito más, salvo ir dándole al paisaje la forma deseada.
Es importante tener presente, como siempre en esta vida, a la Ley de Murphy. Aplicado a las maquetas de trenes, que cuando éstos descarrilen lo harán en el sitio más inaccesible. Por lo tanto, hay que dejar los huecos necesarios para poder meter meter la mano y rescatar los vagones accidentados. Nada de hacer un túnel en curva de un metro de largo en el que entre justo la locomotora.
Estos son los sitios desde donde se podrá acceder a la parte oculta. Para los curiosos, la cinta aislante negra que se ve en los bordes es para evitar pincharme con la alambrada, que fastidia una jartá -¿dije ya que me pasé de grosor al elegirla?-:
Y aquí unas cuantas fotos de las zonas vírgenes para ver cómo cambian cuando tengan la decoración completa:
Para finalizar si, la estación vista ahora está completamente cubierta de corcho, mientras en la anterior entrada se podía ver que sólo lo había en las inmediaciones de las vías. He pensado que será mejor así sobre todo para facilitar el nivelado de los andenes y cochera que tienen que estar, lógicamente, al mismo nivel que dichas vías.
martes, 26 de octubre de 2010
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